¿Os animáis a variar la forma de comer la aburrida pechuga de pollo? Aquí tenéis una receta sencilla, como las que a mí me gustan y que no va a dejar indiferente a ninguno de los comensales de vuestras mesas.
INGREDIENTES:
Una pechuga de pollo
Dos naranjas de zumo
Dos cucharadas de azúcar
Media cebolla
Una cucharadita pequeña de harina
Aceite de oliva
Sal
ELABORACIÓN:
Primeramente troceamos la pechuga, la salamos y la cortamos en trozos finos y alargados.
Ponemos aceite a calentar en una sartén y cuando está caliente añadimos la cebolla para que se poche. En mi casa no les gusta encontrarse los trozos de la cebolla, así que yo la pico pequeña y luego la paso por el pasapuré, pero la podéis picar en trozos alargados y dejarla sin pasar.
El siguiente paso es exprimir las dos naranjas y echar el zumo obtenido en el aceite. Agregamos el azúcar y la harina y removemos para que no se hagan grumos.
Es el momento de echar la pechuga troceada y dejar que se vaya haciendo a fuego muy lento en esa salsa que irá tomando consistencia poco a poco.
¡Que os aproveche!
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